Visita relámpago

Uno está tan a gustito en madrid disfrutando de sus irlandeses, 'pubs' irlandeses, no me entendáis mal, y de pronto, te acuerdas que igual debías volver al pueblo un finde para visitar a la familia y a los amigos.

La verdad es que ha merecido la pena, lo hemos pasao mu bien. El viernes la renfe me la jugó llegando dos horas tarde, aunque todavía llegué a tiempo de cenar con unos amigos. De ahí directos a la gas a tomarnos unas rondas de pintas, relevo de amigos y más rondas, hasta que el jose nos echó del bar. Para que la mari nos dejara irnos tuvimos que buscar monedas hasta en los rincones del sofá, aunque seguro que nos habría dejado irnos con la púa.

A la mañana siguiente visita a mazarrón a probar el mejor café que te puedes tomar, ríete tú de los starbucks. Es lo que tiene haberse criao cuidando hasta el molinillo del café para que todo esté perfecto. Resulta que siempre he sido un hacker incluso antes de que Pekka Himanen lo definiera en su sentido más amplio. Yo habría querido rememorar los sábados típicos, resaca, autobús a las ocho de la mañana, el país, café y entera de aceite y listo pa currar en el bar, pero uno se aburguesa y se olvida de poner el despertador un sábado.

Pero bueno, echamos un ratico con los papis, actualizando vivencias en ciudad capital y sirviendo un rato en la barra para que mi padre comiera sentado. En el fondo quería saber si se me había olvidado cómo servir un café y también saludar a mis vejetes, incluso a los que te caían mal. Hasta me tiré un asiático como dios manda, con sus granos de café, su coñac, su licor 43 y sus cortezas de limón, todo quemado en el pulverizador, su canela, su leche condensada y listo para olvidarse de todo mientras lo saboreas. La clienta a la que siempre se lo hacía lo agradeció bastante, así que no parece que se me haya olvidado.

De vuelta en la trimilenaria fui recapitulando visitas y primero me pasé un rato por casa de los saura-hernández grau, para ver cómo ha crecido el guille y cómo ha engordado el neko. Puesta al día y visita rápida a los solano-herrero, para al final no poder convencerlos de que salieran un rato.

De vuelta a la calle empezó el tapeo, directamente nos fuimos al sabor andaluz, para no perder las buenas costumbres, aunque esta vez no pedí pincho moruno. Más amigos que se incorporaron y tapa rápida en la renovada uva jumillana. La verdad es que la han dejao muy bien. Simplemente limpiándola habría valido, pero la han remozado completamente y le ha sentado pero que muy bien. Un hurra para la gente que recupera sitios míticos de tu ciudad y hace un gran trabajo. Por en medio visita a frikilandia y vuelta a la calle.

Nuevas incorporaciones de amistades, cubatica de white label en el telar, otro de los sitios bien recuperados de la ciudad. Reencuentros inesperados, cartagena es muy pequeña y a poco que andes ves a todo el mundo. Gastamos un ratico en el mister witt, con lo que pude tomarme una pinta de guinness que me habían 'encargao': 'a tu salud!'.
Para terminar las visitas etílicas volvimos a la gas cerrando el círculo. Estuvimos allí metidos incluso después de que el jose cerrara. En ese momento sólo quedábamos los tres de siempre apurando nuestras guinness y una paulaner de mariquitas para el anónimo que nunca da la cara en los comentarios.

Como apéndice final, esta mañana desayuno de campeones con buñuelos, chocolate, café y zumo en casa de los solano-herrero para culminar un gran fin de semana. Ahora ya estamos facturados en el tren hacia madriz a ver si podemos aprovechar la tarde cuando aterricemos sanos y salvos, yo y mi falta de sueño. Aunque en cuanto me pegue una ducha bajaré al centro a retomarle el pulso a la ciudad.

Canción del día: Los Petersellers 'Hasta luego, Luke', dándole la vuelta a star wars antes de que el tío lucas se sacara de la manga a jar jar bings y su yoda renderizado.